Santa Cruz te quiero sucia, la cara b de basura del Carnaval de Tenerife 2018.
Santa Cruz te quiero sucia, la cara b de basura del Carnaval de Tenerife 2018 es un proyecto que nace de la investigación y creación artística que realizo a raíz de toda la basura que se puede observar al transitar por las calles de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias, España) después de una fiesta que trae a la ciudad a miles de personas de todas partes del mundo, el Carnaval de la calle de Santa Cruz de Tenerife.
Ya hace cuatro años que salgo a la calle a retratar con mi cámara fotográfica el escenario que queda después de la fiesta. La calle, durante la semana del Carnaval es un lugar ideal para seguir reflexionando sobre el paso del ser humano por el planeta y sobre las consecuencias del consumo masivo y el abuso del plástico para envases y embalajes de un solo uso.

Este año se diferencia del resto porque el Ayuntamiento de Santa Cruz ha comenzado a ponerse las pilas y trabajar con la educación ambiental y sensibilización ciudadana respecto al “desastre” que queda tras la fiesta.
La campaña del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para trabajar en la concienciación ciudadana sobre los residuos que se generan durante el Carnaval de Tenerife se llama “Santa Cruz te quiero limpia”. Bajo este eslogan se han realizado una serie de videos y trabajo audiovisual y gráfico para concienciar a la ciudadanía sobre toda la basura que se genera durante el Carnaval de Tenerife.
Bueno el caso es que durante unas horas la capital de la isla de Tenerife se llena de luces, color, disfraces, música, alcohol… pero también de meadas y residuos plásticos y restos de disfraces tirados por los suelos.
Esto permanece así durante toda la noche, pero es a partir ya de las seis de la mañana cuando acaba la música y la gente se empieza a dispersar cuando puedes observar esas calles vacías de personas pero llenas de residuos. Esto dura así una hora o máximo dos horas, ya que desde que amanece están todas las personas que trabajan en el servicio de recogida de la basura del Carnaval trabajando rápidamente para que la ciudad vuelva a lucir limpia.
Las previsiones de la compañía que se dedica a limpiar la ciudad cifraban antes del carnaval en 7.500 horas de trabajo del operativo del Carnaval, con la utilización de 4 millones de litros de agua depurada y 5.000 litros de productos químicos de limpieza durante los baldeos.
Bueno, no me quiero desviar del asunto, ya que como artista mi trabajo ha sido siempre sacar a la luz este grave problema medioambiental y social que supone el consumo masivo y deshumanizado, a través de creaciones audiovisuales, escénicas o plásticas.
Tampoco quiero entrar a juzgar lo que se ha hecho con el dinero público respecto a esta campaña de concienciación ya que me consta y creo que es importante que al menos se haga algo para ir poco a poco transformando el paradigma.
Pero si quería hacer alusión a esta campaña para darle la vuelta y repensar la forma que tenemos de relacionarnos con la basura del Carnaval.
Bajo el lema “Santa Cruz te quiero sucia” he realizado una exposición virtual este año para enfatizar de nuevo en lo importante que es sacar a la luz pública la basura, y con esto invito también a que podamos reflexionar de dónde vienen los productos que consumimos y sobre de qué manera escondemos los residuos que generamos.
Haz click aquí para conocer la galería virtual con las imágenes que he destacado este año
Nos la llevamos de las ciudades para algún espacio donde enterrarla o gestionarla adecuadamente (en el mejor de los casos) para que entre de nuevo en este ciclo de consumo masivo y desproporcionado, y vuelva a ser vendida como nuevo objeto que podamos consumir para volver a entrar dentro de la cadena de reciclaje (en el mejor de los casos-vuelvo a repetir)….
Y me preguntaba ¿realmente es bueno esto de esconder la basura? ¿de mantener las ciudades limpias? ¿a dónde va la basura? ¿de dónde viene?
Está claro que nosotros como ciudadanos y ciudadanas podemos hacer mucho por cambiar nuestros hábitos de gestión de la basura que generamos… pero ¿es ahí donde debemos poner el foco? ¿o en el que inicia este ciclo?
Cuando iba caminando esta madrugada por las calles de Santa Cruz y observaba los residuos que acababan en el suelo veía cientos de vasos de plástico que ni siquiera habían sido sacados de su envoltorio… ¿Cómo es posible que se permita vender objetos que tienen un sólo uso sin grabar el gran coste medioambiental que suponen? Me cuestiono cómo es posible que algo que sólo dura una copa y sin embargo permanezca en un vertedero cientos de años se venda sin restricciones a cualquier persona…
¿Acaso vendemos productos químicos tóxicos a granel en los supermercados? Hay determinadas leyes que hacen que productos que son peligrosos para nosotros no se comercialicen, sin embargo el coste medioambiental del plástico lo seguimos dejando de lado.
Es tan “sencillo” como poner leyes para endurecer la entrada de envases y embalajes absurdos a Canarias (recordemos que vivimos en unas islas limitadas por el mar) y para la correcta gestión de los residuos que generamos, al final esa basura que nos llevamos y escondemos en Arico y en otros muchos lugares de la naturaleza, porque seamos sinceras, cada vez es más visible que la gestión de residuos actual no es la solución al desastre medioambiental que supone las pérdidas derivadas de corrientes de agua y aire, además de las propias pérdidas generadas por el paso del ser humano que provoca que nuestros entornos naturales estén cada vez más llenos de residuos (montes y costas), y que pronto toda esa basura que enterramos salga a la luz.
Por todo esto considero que es importante que tomemos ya decisiones políticas para frenar este ciclo productivo, de distribución y diseño, implantando medidas que a día de hoy funcionan en muchas partes del mundo y que nos implica a ciudadanos y ciudadanas, es decir, que no utilicemos el argumento de que nosotras pensamos que “papá Estado nos lo solucione” o que “total lo limpian”… No
Os toca ahora a ustedes, señoras y señores políticos, de hacerle frente al poder empresarial y cambiar las leyes, porque no somos sólo economía, no somos sólo poder… Porque una economía insostenible y centrada sólo en el capital nos hunde, nos ahoga y nos deshumaniza.
Nuestro vergel de belleza sin par se convertirá en un vertedero.
Y no..no se trata de llevarse la basura para China, ni de esconderla en otra parte del mundo.
Se trata de tomar ya las riendas de este consumo masivo y absurdo, de impedir que productos o envases y embalajes absurdos lleguen a los mostradores de nuestras tiendas, y de apostar por una educación ambiental centrada en la educación de consumo responsable, social y medioambiental.
Necesitamos una ciudad sucia, para que nos enfrentemos cada una de nosotras a la basura, que la veamos de cerca y sepamos la ciudad, región, país, planeta que estamos construyendo.
Necesitamos una ciudad sucia para que las personas tomemos conciencia y para que nos conozcan como sucios…porque no hay cosa que más le toque a alguien que le llamen sucio. Señores y señoras de la política en Santa Cruz…es hora que toméis las riendas y cambiéis las leyes.