No sabéis la tristeza que siento al tener que seguir escribiendo esto otro año más. La cara b del Carnaval 2020 de Santa Cruz de Tenerife 2020.
El viernes pasado leía un titular “Canarias, Pionera en Prohibir los plásticos de un solo uso a partir de 2021“.
Llevo desde 2008 (hace más de 10 años) tomando fotografías de la situación con el consumo masivo y las consecuencias del mismo en el territorio y las personas.
Antes que yo y conmigo han habido otras personas sacando a la luz esta situación.
Pero no, no funciona.
Hoy estoy triste…no sirve. No sirve de nada.
El domingo de madrugada me paseaba por las calles de Santa Cruz de Tenerife y el escenario era desolador.
Ha sido el año más difícil, más duro. Creía verdaderamente que las cosas habían cambiado, que el trabajo que estamos haciendo desde todas las partes estaba empezando a funcionar..
Muchas medidas tomadas por las personas/empresas/instituciones….
Pero no, señores y señoras…. Esto no funciona. No funciona lo que estamos haciendo, no funciona lo que está por hacer…
Basta ya de vender ideas de una correcta gestión de residuos, de favorecer el consumo, de generar más empleo…
Este sistema no funciona.
Y el Carnaval sólo evidencia lo que existe en nuestro día a día.
Ayer conocía a una mujer de alrededor de 80 años. Me contaba que en su época el Carnaval era del pueblo, que ellos cogían su vino, que hacían ellos de sus uvas cultivadas en una finquita de Los Realejos y se iban con su coche al carnaval y llevaban sus vasos de casa de cristal, bebían al lado del coche que lo tuneaban a su gusto para el Carnaval, y luego se iban a bailar al centro.
¿Qué hemos hecho como ciudadanía? ¿Qué hemos hecho como consumidores y consumidoras?
Productos traídos de fuera, la inmediatez de la satisfacción y del deseo.
Los productos que no suponen gran coste (refrescos/envases y embalajes…) y que, por lo tanto, no les damos valor.
Envases y embalajes no valorados económicamente teniendo en cuenta el coste ambiental de los mismos.
Tener lo que quiero.
“Quiero eso” (lo tengo).
La cultura del usar y tirar. El consumo constante y desenfrenado.
“Es que no puedo evitar comprar”. “Es que lo necesito”. “Lo quiero”.
La insatisfacción constante.
“Un sistema económico que se ha apropiado de la felicidad. Ya no eres feliz simplemente jugando con tus vecinas. Ya no conoces a tus vecinas”.
Ahora juegas con lo que los diseñadores de apps quieren, o con lo que los diseñadores de “juguetes” quieren.
Necesitamos cosas, objetos. “Es que la niña se enfada si no le doy ese juguete”. “Es que no puedo ir a esa fiesta sin un vestido último modelo”. “Es que no puedo ir a la playa sin depilarme”. “Es que no puedo estar sin ducharme todos los días”. “es que no puedo salir sin beber”. “Es que no puedo estar sin hacer nada”.
Un sistema de producción bien diseñado para no cansarnos de producir, producir, accionar, mover…
No podemos seguir escondiendo la basura más. No podemos seguir intentando paliar el problema y seguir hablando de la limpieza de las calles o de lo limpia que está mi ciudad.
Que no veamos la basura no significa que desaparezca.
El mar nos ha evidenciado esa vuelta de la basura a la tierra. Y lo que llega a la costa sólo es un 20% de lo que albergan los fondos marinos.
No podemos seguir escondiendo la basura.
Tenemos que hablar más y más. Generar más debate, implicar a todas las personas que formamos parte de esta sociedad y sobre todo tomar medidas drásticas ante este desfase.
El desfase NO ES EL CARNAVAL. El desfase es lo que hay en nuestras papeleras, en nuestro contenedor, en nuestros montes, en nuestras playas, en nuestro planeta. En nuestra mente.
El desfase es que sepamos que el sistema de reciclaje NO FUNCIONA y que sigamos invirtiendo dinero en ello.
El desfase es que sepamos que vivimos en un territorio limitado por el mar y no se tomen medidas drásticas para la entrada de productos (envases y embalajes de un sólo uso) a Canarias desde YA.
No podemos enterrar todo.
El desfase es que sepamos modelos de gestión de residuos en otros países como Alemania que funcionan, y NO LOS LLEVEMOS A CABO.
El desfase es que el único foco económico a nivel insular sea la industria turística. Que a todas estas…si el turismo más consciente es el que no viaja ni coge aviones.. ¿qué tipo de turismo vendrá a Canarias de ahora en adelante? (pero este es otro tema, ¿o no?).
El desfase es que sigamos teniendo ciruelas en noviembre cuando las tuneras de las islas están cargadas de higos que se pierden aplastados en las carreteras.
El desfase es que hayamos dejado de escuchar a las personas mayores y que prefiramos comprar un robot en lugar de hacer un contrato legal a la persona que limpia en tu casa o cuida de ti cuando eres mayor o de tus hijos o hijas.
…
Y así..hasta el infinito.
Por lo tanto ¿cómo vamos a cuidar del planeta si nos cuidamos de esta manera?
Y te pregunto ¿qué haces tu en tu día a día para evitar este desfase?
Tu como ciudadanía, como empresariado, como empleado/a, como trabajador/a público, como político/política.
Ahí está la juventud esperando a que tomemos decisiones. No pongamos el foco en ellos. Ellos y ellas sólo están esperando a que nosotros tomemos las riendas para ser un ejemplo.
Si quieres que este mensaje llegue a más personas siéntete libre de compartir.
Hagamos del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y de esta denuncia, un acto para visibilizar, hablar y reflexionar sobre el mundo que estamos construyendo.
Créditos:
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Imágenes y texto: ziREjA
Agradecimientos: Felix Darias